domingo, 30 de agosto de 2015

SLENDERMAN

No tiene rostro, es delgado, muy alto y viste de negro. Puede aumentar su tamaño, alargar sus brazos y piernas o sacar tentáculos de la espalda. Acecha a sus víctimas por largos períodos, invisibilizándose a voluntad para pasar inadvertido. Suele inducir trastornos mentales y no se sabe cómo mueren sus víctimas: simplemente desaparecen…



Todo comenzó con una fotografía de la década de los ochenta, rescatada entre los escombros de un incendio ocurrido en una biblioteca de la ciudad de Stirling, en California, Estados Unidos. En dicha fotografía se podía ver a un grupo de catorce niños jugando en un parque de la localidad; pero, al fondo y en actitud de silencioso observador desapercibido, yacía una inquietante y negra figura masculina: alta (más de dos metros), sin rostro, con terno negro, con tentáculos, borrosa a causa de la sombra de un árbol.

Lo realmente perturbador de la fotografía era la presencia de niños que jugaban alrededor del extraño, como si no pudiesen verlo pues… ¿a qué niño no le llamaría la atención de un tipo alto, sin cara y con tentáculos? Mas lo peor vino después, ya que los niños desaparecieron sin dejar rastro y también Mary Thomas, la supuesta autora de la fotografía. Jamás se hallaron sus cadáveres…

Después de lo sucedido con aquella fotografía, muchas otras personas comenzaron a enviar sus propios testimonios acerca del extraño y alto humanoide. Surgieron así fotos en que se lo veía en medio de siniestros bosques, de solitarios y nocturnos paisajes urbanos en que la niebla se fundía con la luz de los postes, en medio de otros incendios, o incluso adentro de casas o de construcciones abandonadas. Junto a eso, posteriormente aparecieron teorías que mostraban como el extraño y tentaculoso humanoide nos había acompañado desde siglos atrás, como supuestamente mostraba el mito alemán de The Grossman (reflejado en un famoso grabado del siglo XVI) o el alû, un ser sin rostro, mitad-humano, mitad-demonio, propio de las antiquísimas creencias acadias, sumerias y babilonias.

Al parecer, Slenderman estaba presente en el mundo desde los inicios de la historia, variando ligeramente sus manifestaciones pero conservando sus características principales.

Por último, en base a las distintas evidencias e historias es posible afirmar lo siguiente de Slenderman:

Su conducta es sigilosa y acechante
Puede hacerse invisible, incluso de manera selectiva, eligiendo quiénes no lo podrán ver de entre los presentes
Puede distorsionar equipos electrónicos (cámaras y filmadoras incluidas)
Puede modificar su figura hasta cierto punto: alargar sus brazos, sacar sus tentáculos, volverse más alto e intimidante.
Tiene capacidad de teletransportación

Es psíquico, ya que posee don de control mental y además puede inducir locura y trastornos mentales.
Según ciertas teorías, en el pasado solía empalar gente y sacar órganos, mientras que en el presente es básicamente un torturador psicológico que acosa por días o años al objetivo, intercalando lapsos en que está presente pero invisible (transmitiendo la horrible sensación de ser observado) con momentos en que se aparece y despierta terror. Sin embargo, cuando mata no se sabe cómo lo hace; pues, a diferencia del pasado, ahora simplemente la víctima desaparece sin dejar rastro alguno
Algunas fuentes señalan que Slenderman prefiere acechar a los niños.
Gusta de bosques, de lugares oscuros o poco iluminados, de construcciones abandonadas, de incendios, de sitios con niebla.
Suele acosar por años a quienes lo han visto en su niñez, y en muchos de esos casos pasa años sin hacerse visible.
En aquellos que no saben que están siendo acosados por Slenderman, sucede lo siguiente: se deteriora su vida social, física y laboral; se vuelven olvidadizos; presentan inestabilidad anímica e irritabilidad constante.

The Grossman: Éste (“hombre alto”) era un humanoide altísimo y aterrador que vivía en los bosques y se llevaba a los niños que se portaban mal. La leyenda es de origen alemán y, o bien es falsa, o bien no se puede encontrar información fiable sobre ella en la web, ni siquiera en alemán. Su relación con Slenderman implica a unos grabados hechos en 1540 por Hans Freckenberg: en uno se ve a un caballero medieval luchando con un esqueleto de extremidades anormalmente largas, en otro se ve a un esqueleto semejante llevándose a unos niños. Se cree que el esqueleto es una representación de The Grossman. Supuestamente, Hans desapareció (creen que se lo llevó The Grossman) sin razón aparente en 1543, y los grabados fueron hallados en el Halstberg Castle a la fecha de 1883.




The Black Man: Esta leyenda escocesa habla de una entidad malévola de aspecto semejante al de Slenderman, que merodea por los bosques de noche en busca de presas… La leyenda es real, y se sabe que la empleaban para asustar a los niños y evitar que salgan de noche sin compañía, aunque los fabricantes de hoaxes no tuvieron muy en cuenta eso a la hora de afirmar que The Black Man y Slenderman eran el mismo ser.





El Clutchbone: En la versión inglesa (la más importante), esta criatura tiene figura humana, es muy alta, tiene la piel negra y la cabeza omite una especie de fuego, a manera de antorcha. Al Clutchbone se le atribuían desapariciones, muertes por incineración y desmembramiento. Su origen se remonta a comienzos del siglo XIX y está ligado a la aparición de rayos globulares (este fenómeno natural efectivamente puede ocasionar muertes e incendios). Se decía así que los rayos globulares eran presencias extraterrestres y que el Clutchbone no era de este mundo, a lo que se sumaba que, por la naturaleza de los potenciales daños de los rayos globulares, al Clutchbone se le atribuían esos asesinatos por incineración. Pero su vinculación con Slenderman es claramente fantasiosa y surgida en la dinámica de los hoaxes, pudiendo estos llegar a ser tan flagrantes como se ve en un caso (http://www.nationmaster.com/encyclopedia/The-Clutchbone) donde se afirma que el Cutchbone (en su versión sueca) pudo ser el responsable de la muerte de la cantante y actriz sueca Monica Zetterlund, ocurrida el año 2005 en un incendio que se desató en su apartamento de Estocolmo…

El Wendigo: La leyenda del Wendigo es real y su origen se remonta a las antiguas tribus de Canadá y Estados Unidos. Básicamente se parece a Slenderman en que es alto, delgado y asesino, sin embargo está investido por un bestialismo y un salvajismo que el sofisticado Slenderman no tiene, por lo que la asociación entre ambos es tan forzada que llega a lo absurdo, cosa esta que el lector puede verá si lee sobre el Wendigo.











El Hupia: En la mitología taína el hupia era el espíritu de una persona muerta. A los hupias se les atribuía la capacidad de cambiar de forma y se creía que algunos solían secuestrar gente de noche. Se le asoció con Slenderman porque el hupia, en su forma humana, suele aparecer como sombra sin rostro, sin embargo Slenderman es un ente individual e irrepetible, en tanto que no hay un hupia sino muchos (todo el que muere se convierte en hupia, según la mitología taína), por ende hay un error lógico en la hipótesis de que Slenderman y “el” hupia sean la misma cosa, ya que en realidad debería hablarse de Slenderman y los hupias, aunque algunos fabricantes de hoaxes han desfigurado el mito para hablar del hupia como un ser individual y no como un género de seres.



El Noppera-bō: Es un tipo de fantasma de la mitología japonesa. Generalmente aparece con forma humana, sobre todo de bella mujer. Es inofensivo, pero asusta porque sus facciones se van borrando hasta que sus caras quedan blancas, como la de Slenderman. Nuevamente aquí se habla de un tipo de seres, mientras que Slenderman es un ente individual.







Mikoshi-nyudo: Al igual que Slenderman, este ser de la mitología japonesa es un ente individual, presentando además importantes semejanzas. En efecto, el Mikoshi-nyudo es alto y flaco, y crece más y más si lo miras, pudiendo volverse más alto que los árboles y ocasionando tu muerte si lo miras demasiado tiempo. En ese sentido —y en el de que está en los bosques y los caminos solitarios, actuando así en escenarios semejantes a los que prefiere Slenderman— es muy parecido a Slenderman, sin embargo tiene diferencias bien acentuadas, ya que es un mendicante y tiene ojos y cara, además de que se puede espantar si se dice “mikoshita” (“yo veo más alto”).



El alû: No tiene rostro, es mitad-humano y mitad-demonio, y su origen se remonta a las antiquísimas creencias acadias, sumerias y babilonias. Además, atormenta a los seres humanos mientras duermen, y puede paralizarlos si los mira, quitándoles el habla y hasta la conciencia. En la mitología sumeria es un tipo de espíritu o demonio, por lo que su carácter genérico es suficiente para que no tenga sentido compararlo con Slenderman. Entretanto, en la mitología acadia es uno de los siete demonios-utukkis hijos de Anu, siendo que, en este caso, su comparación con Slenderman carece de sentido porque es un ser puramente mitológico, mientras que Slenderman pertenece al ámbito de la leyenda.






Pinturas de cavernícolas brasileños: Supuestamente existen pinturas del año 9000 antes de Cristo en cavernas brasileñas, dentro de las cuales se ve a un hombre de brazos alargados cargando a un niño. El problema es que no se sabe si la pintura es real (no hay fuentes fiables que lo confirmen); y, si acaso lo fuera, sería extremadamente fantasioso asociar ese grabado con Slenderman, pudiendo deberse a innumerables causas distintas la largura de los brazos; y eso, claro está, omitiendo que Slenderman no existe.
Jeroglíficos egipcios: Existen ciertos jeroglíficos egipcios que muestran a un hombre con varios brazos. No obstante hay que tener presente que los jeroglíficos son simbólicos y que los brazos tienen una significación particular, además de que Slenderman tiene tentáculos, no brazos.

Slenderman: ¿Un tulpa?

Un tulpa es una entidad espiritual creada por el pensamiento. Originalmente nace de las visualizaciones que alguien con una mente psíquicamente muy fuerte (aquellos que tienen abierto el tercer ojo, particularmente) realiza. Generalmente no llega a adquirir voluntad y, pese a ser visible para otras personas (además de su creador), suele terminar desvaneciéndose pues su energía se va consumiendo poco a poco. El problema nace cuando el tulpa es alimentado con la creencia (creen en él) o el miedo, entonces puede cobrar una vitalidad extraordinaria y llegar a ser una entidad dotada de voluntad, que vivirá indefinidamente mientras sigan creyendo en él, más aún si le temen. Se especula así que Slenderman es un tulpa, y que sigue vivo porque aún muchos creen en él y le temen…


Las sombras: una muy probable realidad detrás de la leyenda.



Capturas de la miniserie de youtube Marvel Hornets
Los fantasmas-sombras (también llamados “shadow people” o “gente de las sombras”) pertenecen mucho más al mundo de la Parapsicología que al de la leyenda. Muchas son las fotos reales (en el sentido de no ser fakes intencionales) en que aparecen sombras humanas que no tienen una fuente. Se trata de un tipo particular de fantasma que siempre está compuesto de energía negativa, que tiene malas intenciones, habita en los bajos planos astrales (en los niveles sórdidos del más allá, por decirlo de forma coloquial) y se alimenta de emociones y sentimientos destructivos como el rencor y el odio. Mas su alimento favorito es el miedo: no a cualquier cosa, sino a su presencia. 
Al igual que Slenderman, estos espectros son altos, delgados, y prácticamente nunca hablan (Slenderman no lo hace nunca). Además, suelen producir parálisis de sueño y sus ataques se reportan de noche, cuando la persona duerme, ya que es allí cuando aprovechan para drenar su energía, produciendo un aterrador despertar en que la víctima siente que la intentan ahogar y, en algunos casos, puede ver con claridad a la sombra, que prácticamente siempre está encima… Escalofriante es pensar que probablemente fue este tipo de espectro el que inspiró la concepción mitológica del alû sumerio o de la hupia de la mitología taína. Y, ya en nuestros tiempos, es muy probable que muchos conocedores de Slenderman hayan visto un espectro-sombra, interpretándolo como Slenderman ya que en las representaciones de éste no siempre se le distingue claramente el terno, apareciendo incluso como mera sombra en algunos casos. La hipótesis cobra aún más fuerza si se tiene en cuenta que las sombras generalmente viajan en grupo; mas, cuando una sombra aparece sola, es más poderosa que una sombra normal, y suele ser más grande y densa…

Cuando veas a Slenderman, reza porque termine rápido contigo...




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